sábado, 29 de septiembre de 2007

Terminé una pieza...y, ahora ¿qué hago?

Terminé una pieza!!!!...... Y, ahora … ¿qué hago? El proceso de elección de un motivo para pintar en una pieza es sumamente estresante.
Es un exquisito casamiento entre la pieza y el motivo
El buscar inspiración en la naturaleza y entre bibliografía por diversos soportes: libros impresos , revistas, galerías de pinturas expuestas por Internet por aficionados y maestros en este arte de la pintura sobre porcelana, radicados por todo el planeta, fotos de exposiciones y muestras internacionales me sumerge en una sobredosis de estímulos bellos que llega a marearme generándome, lo que ahora sé, se llama “Síndrome de Stendhal”
y ….. la inspiración llega en un instante.
Pero a veces .... tarda en llegar! Pero todo este proceso descrito va generandio cambios en mi cuerpo y en mi alma.
Se vuelca en mi torrente sanguíneo una dosis de adrenalina bastante significativa, generándome nervios, ansiedad, sudoración, expectativa…. Luego cuando ya decidí qué hacer, viene
el placer de comenzar,
la loca ansiedad de solucionar los problemas relacionados con la resolución de la pintura elegida, el suspenso por no saber cómo va a quedar y
luego el instante de misterio: pasar la prueba del horneado,
volver a retocar, subir los colores y al horno nuevamente.
Allí se produce una alquimia maravillosa, los aceites y los polvos de colores se funden en la pieza de porcelana tomando abrillantados coloridos, según la técnica. Releyendo lo escrito se me dio por pensar pero… ¿no es que te gusta pintar? Todo lo señalado parece la descripción de un sufrimiento innecesario.
¿Es acaso la felicidad un estado de completud donde todo está bien y nada puede ser mejor? Nada más alejado, el proceso de parir, de crear algo original es bellísimo.
Es en esos instantes cuando más cerca me siento de Dios, del silencio,
es cuando más siento mi humanidad palpitar,
es cuando siento que vivir es eso:
ver y buscar la excelencia en cualquier orden de la vida, inspirarse en ella y luego manifestar la excelencia interior. El producto que sale de ese proceso nunca va a estar excelente para el que lo hace, siempre habrá maneras de hacerlo mejor, habrá nuevas técnicas que aprender, crear o perfeccionar. Lo importante es el disfrute que proporciona el momento creador. La felicidad para mi, es poder expresar al ser interior a través de diversos procesos creativos Bueno, bueno… en este momento, en el que estoy escribiendo en este blog, siento eso que estoy relatando. Pues el escribir en un blog también es un acto creativo Puedo asegurar que esta capacidad recursiva del lenguaje es un proceso profundamente creador en el que no va surgiendo una colorida pieza de porcelana, sino va surgiendo mi identidad, mi ser.
Amigos, amigas espero sus comentarios.
¿les pasa lo mismo?